No me cabe la menor duda, no existe sensación
más hermosa que la de dormir. Los problemas pasan a un segundo plano y, por un
momento, parecen formar parte del pasado. Los ojos se cierran, la boca
permanece entreabierta y la saliva se apodera de la almohada. El cuerpo saca el
pie del acelerador y se sumerge en la más profunda relajación. Pero no todo es
felicidad, no todo es color de rosa. El inconsciente muchas veces nos traiciona
y actúa de una manera muy hija de puta.
¿Adónde quiero llegar con esto?
A que los sueños se convierten en la peor de
nuestras pesadillas. No existe forma de escapar de ello. Por más que tengamos
fantasías con la persona que deseamos en algún momento la situación se terminará
pinchando.
Caso I: pesadillas
directas
Son aquellas
que no dan vueltas, que no se camuflan. En definitiva, que apuntan
exclusivamente a nuestras fobias.
Eres un ciudadano ejemplar. Ingresas al baño
para cumplir con tus obligaciones, para no cagarte en los demás. Te sientas,
agarras un dentífrico y lees sus componentes. Las aguas están calmas, pero el
trámite parece transcurrir con normal tranquilidad. Es ahí, en ese preciso
instante, cuando descubres que millones de insectos indeseados (entiéndase
cucarachas) invaden tu privacidad. Desesperadamente buscas abrir la puerta y
fallas en el intento. Acto seguido, te tomas un minuto para pensar y descubres
que estás siendo victima de una pesadilla.
¿Qué es lo más terrible de
esto? Que cualquier clase de esfuerzo es inútil, que nunca conseguirás abrir los ojos.
Caso II: pesadillas
indirectas
Son aquellas
que te muestran un futuro que nunca alcanzarás
Vas caminado por la calle y te encuentras
con la mujer que siempre anhelaste. La
saludas lo más bien y procuras disimular las profundas “de entrarle”. Pero, por
alguna razón extraña, ella parece leer tu mente.
-
Quiero tener una
noche de pasión con vos
-
Yo también
hermosura
¿Demasiado perfecto no? Pues
sí. Por eso, para cortar con tanta perfección, el sueño se interrumpe y te despiertas.
¡¡¡¡¡MIERDA!!!!!
¡¡¡¡¡MIERDA!!!!!
¿Por qué dos veces “MIERDA”?
Primero porque te cortaron
el chorro antes de consumarlo
Segundo porque el hecho nunca
se hará realidad.
Reflexión final: no podemos
escaparle a las pesadillas
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