¿Por qué digo que guarda cierta magia? Simple. Porque si bien conocemos su significado, la mayoría de las veces le damos una utilidad distinta a la que verdaderamente tiene.
CASO I
Un clásico es usar el OK para mostrar enojo y despertar la irritación del otro. A mi entender, vendría a ser una forma elegante de mandar a la mieRRRRRRRRRRda a alguien.
(No hay que olvidar que, como decía Fontanarrosa, el acento de la palabra "mierda" está en la "r")
- ¿Te parece que vaya a tu casa a eso de las 17?
- ¿¡Ehhhhhhh!?
- ¿Si?
- Si
- Bueno, pero yo no voy a estar en casa.
- ok
CASO II
Este vendría a ser hermano del caso anterior. Su efecto no varía, sino que se busca potenciarlo con una palabra que le resulte complementaria.
- ¿Te parece que vaya a tu casa a eso de las 17?
- ¿¡Ehhhhhhh!?
- Habíamos quedado que hoy iba...
- ¿Si?
- Si
- Bueno, pero yo no voy a estar en casa.
- ok. Beso
En esta ocasión resulta importante aclarar que puede producirse un efecto revote que termine despertando la peor de las tempestades ¿Cómo se produce ello? Con una simple contestación.
- ok. Beso
- Beso
CASO III
Si bien esta utilización no es tan frecuente como los anteriores, también tiene su injerencia. Cuenta con dos virtudes. Por un lado Muestra desprecio, indiferencia y hace sentir al otro como un "cero a la izquierda". Por el otro, posee la capacidad de generar, y hasta potenciar, el enojo.
- Me enojo la actitud que tuviste el otro día
- ok
- ¿No me vas a decir nada?
(Visto a las 21.40)
- Veo que no, que no me vas a decir nada. Sabes qué... anda a cagar.
- ok
CASO IV
En algunas personas mayores es muy frecuente que el OK sea utilizado como un comodín, ya que muchas presentan dificultades a la hora de escribir. Les permite ahorrar tiempo, pero a veces resta en coherencia
- Voy a la casa de Juana. No vuelvo hasta tarde ¿Necesitas que lleve algo?
- ok
Para terminar, sé que la imagen no tiene mucho que ver con el tema en cuestión, pero los Monsters, Inc me caen simpáticos.
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